Los nuevos requisitos de eficiencia energética de los edificios, el movimiento hacia los edificios sostenibles y las expectativas de ahorro de energía de los propietarios de viviendas y edificios existentes, ponen de manifiesto la importancia de establecer sistemas de barrera a las infiltraciones de aire en los edificios, especialmente en su envolvente.
Entre otras muchas prestaciones, la espuma de poliuretano proyectado siempre ha incluido el “efecto sellado” en los muros de fábrica de ladrillo. Esto hace que sea considerado como un aliado para la edificación sostenible. Esta circunstancia explica el aumento de demanda de espuma de poliuretano proyectado en Estados Unidos y Europa, cuyos Códigos de Edificación establecen unas elevadas exigencias para reducir al máximo las pérdidas energéticas.
Barreras al aire: ¿por qué ahora?
Es una pregunta que se hacen muchos agentes de la edificación. La eficiencia energética y el confort de los ocupantes de los edificios, dos claves del diseño sostenible, están impulsando el empleo de barreras contra las infiltraciones de aire en los edificios. El creciente coste de la energía y la importancia de la calidad del aire interior, hace que las barreras contra el aire jueguen un papel crítico.
¿Qué es una barrera contra el aire? Su papel en las infiltraciones de aire en los edificios
Las barreras contra el aire controlan el movimiento involuntario de aire dentro y fuera de un edificio. Los sistemas de barrera contra el aire se componen de un cierto número de materiales que se ensamblan para proporcionar una barrera completa a las infiltraciones de aire en los edificios a través de las envolventes.
La envolvente del edificio incluye las "seis caras", fachadas, cubierta y suelo, pero también puede incluir separaciones dentro del edificio. Un sistema de barrera contra el aire supone esencialmente una segunda piel de la envolvente del edificio y protege el edificio de los efectos de las filtraciones de aire. Las infiltraciones de aire no controladas pueden tener efectos perjudiciales sobre el funcionamiento de un edificio en términos de confort de los ocupantes, la calidad del aire y el consumo de energía, reduciendo la vida útil de un edificio.
Los sistemas de barrera contra infiltraciones al aire contribuyen a la durabilidad de la envolvente del edificio. Un factor fundamental de la construcción sostenible.