Invertir en aislamiento higrotérmico de cubiertas es una decisión muy rentable, porque mejora el confort interior, así como la eficiencia energética de la edificación. De hecho, se calcula que hasta un 30% de la energía de un edificio se puede perder a través de una cubierta mail aislada. Además, una capa impermeabilizante deteriorada puede provocar daños en la estructura ocasionados por filtraciones y humedades. En el caso de las terrazas planas transitables, al soportar tráfico de personas, se hace necesario un sistema de aislamiento especialmente resistente.
Fisonomía de una terraza plana transitable
Este tipo de cubiertas se componen, comúnmente, de tres capas: la superiores es el acabado o superficie exterior, que sufre las inclemencias metereológicas y las radiaciones solares, además de las sobrecargas. Necesita un material resistente, duradero y ligero. La capa intermedia sufre movimientos y deformaciones por los cambios bruscos de temperatura. Por debajo de esta se encuentra el soporte, que también puede sufrir alteraciones que provoquen fisuras, con la pérdida de estanqueidad como principal consecuencia.
La importancia del aislamiento y la impermeabilización
En las cubiertas planas, que son aquellas con una inclinación menor al 5%, se ubican con frecuencia terrazas transitables por personas. Según el Código Técnico de la Edificación (CTE), el grado de impermeabilidad de las cubiertas es independiente de la zona geográfica en la que se encuentre, si bien sí establece espesores mínimos.
A la hora de plantearse un aislamiento es importante tener en cuenta la impermeabilización que existe o que se va aplicar, para que ambos sistemas sean compatibles. También hay que tener en cuenta los puntos singulares, como sumideros, lucernarios, encuentros con paramentos verticales, etc. Además, se valorará si existe ventilación o no, porque su ausencia puede implicar riesgo de aparición de condensaciones.
Ventajas del uso de poliuretano para impermeabilizar terrazas planas transitables
La aplicación de poliuretano para impermeabilizar terrazas es de muy rápida ejecución y supone una membrana continua y uniforme, sin juntas o solapes, que rellena huecos y aporta un efecto sellante, al ser aplicado el producto en estado líquido.
Su instalación es sencilla y rápida tanto en obra nueva como en rehabilitaciones. Se conforma así una película elástica y ligera, a la vez que dura y resistente tanto mecánicamente como al agua estancada. Presenta una gran capacidad de adherencia en general sobre los materiales comúnmente utilizados en la construcción, así como una gran durabilidad.
El poliuretano para impermeabilizar terrazas planas transitables es especialmente indicado, porque resiste los rayos ultravioletas, pero también a la abrasión, a la corrosión química, al desgaste por las inclemencias climatológicas (agua y viento), a la acción de microorganismos y al vapor de agua. Por otro lado, es completamente seguro al no perder prestaciones con el paso del tiempo.
Asimismo, se recomienda que, en aplicaciones en las que la espuma de poliuretano proyectado va a estar sometida a carga, como es el caso de suelos, terrazas y cubiertas, la resistencia a la compresión (determinada según la Norma UNE-EN 826) no sea inferior a 200 kPa.
Con todas estas consideraciones, queda claro que el poliuretano resulta una inversión más rentable que otros sistemas de impermeabilización y aislamiento, puesto que no necesita mantenimiento, es muy resistente y tiene una larga vida útil.
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