Preservar la cadena de frío es clave para la eficiencia energética de la industria alimentaria, así como para la correcta conservación de los alimentos. Para conseguir ambos objetivos se usa poliuretano como aislante térmico a lo largo de todo el proceso: desde el transporte al almacenaje, pasando por la conservación y la distribución de los productos. Además, la espuma rígida de poliuretano se convierte en una aliada para la sostenibilidad al reducir la energía que necesitan refrigeradores y congeladores para cumplir su tarea.
Beneficios del poliuretano en la conservación de alimentos
El poliuretano juega un papel primordial tanto en el procesado de alimentos y bebidas como en su almacenamiento a una temperatura controlada. Su aplicación, ya sea en interior o en exterior, sirve para lograr un eficaz aislamiento, que permite mantener las temperaturas óptimas de conservación de los productos alimentarios. Por tanto, gracias al poliuretano podemos disfrutar de alimentos de calidad y seguros en cualquier época del año.
¿Dónde encontramos poliuretano?
En las cocinas domésticas el poliuretano está muy presente, sobre todo como aislante de gran eficiencia en frigoríficos y congeladores. También lo encontramos como parte de marcos de ventanas, revestimientos de suelos, encimeras, armarios, elementos de iluminación y mobiliario. Además, la espuma de poliuretano dota de gran resistencia, solidez y estabilidad a la estructura del electrodoméstico. Esto reduce tiempo y costes de montaje y de mantenimiento.
En las cámaras frigoríficas, con el aislamiento de poliuretano en forma de planchas o de paneles sándwich con núcleo de espuma de poliuretano en paredes, techos y suelos, se consigue una total hermeticidad al aire. También se reduce la dispersión térmica, consiguiendo así mantener la cadena de frío. Además no genera moho ni sufre los efectos de microorganismos, es fácil de limpiar y, en general, reduce el gasto energético. Los paneles de poliuretano se convierten así en imprescindibles para la seguridad alimentaria y para la sostenibilidad del sector. Pero no solo son sostenibles por facilitar un consumo energético eficiente: por ejemplo, los paneles de poliisocianurato (PIR) de Synthesia se basan tanto en polioles reciclados de residuos de PET, como en polioles de origen renovable.
Asimismo, el aislamiento de poliuretano también está presente en secaderos de alimentos, en bodegas y en túneles de congelación. Además, los paneles sándwich con núcleo de poliuretano resultan imprescindibles en vehículos de temperatura controlada y en camiones cisterna. Con su eficaz papel aislante se garantiza el transporte higiénico y seguro de alimentos, así como su trazabilidad.
Normativa de seguridad para instalaciones frigoríficas
En el Real Decreto 552/2019 de 27 de septiembre se aprueba el Reglamento de seguridad para instalaciones frigoríficas y sus instrucciones técnicas complementarias. Es una actualización del anterior, publicado en 2011, que se adapta a la normativa europea en materia de medioambiente y eficiencia energética.