El ruido dentro de las viviendas es muy común, pero puede ser más o menos intenso dependiendo de los materiales utilizados y el aislamiento empleado.
El corrimiento de sillas, los llantos de un bebé, el ruido de la lavadora, las conversaciones… incluso los ronquidos pueden llegar a traspasarse de una vivienda a otra, y ningún comprador estará satisfecho con estas características en su vivienda.
Estos sonidos se transmiten cuando las ondas sonoras inciden sobre una superficie. Por ello, si queremos evitar que el sonido interno de las estancias se expanda o que el externo entre dentro de la vivienda, es necesario aislar las superficies que rodean a dicha estancia.
Una de esas superficies es el suelo, en ocasiones un elemento olvidado a la hora de aplicar aislamiento a las estancias.
Previamente, hay que analizar puntos importantes como el tipo de ruido, la frecuencia del mismo, la tipología de la estructura a aislar, materiales empleados, etc.
Después, podremos implementar una de las diferentes soluciones que existen para aislar acústicamente suelos.
Una solución muy habitual para aislar acústicamente una vivienda es colocar un falso suelo sobre el original y, entre ambos, instalar un material aislante que reduzca el ruido. Este tipo de actuaciones son muy eficaces, ya que consiguen amortiguar hasta el 90% de los ruidos.
Fibra de vidrio, lana de roca, poliestireno expandido, vidrio celular, espuma de poliuretano o espumas fenólicas son algunos de los materiales más utilizados para aislar acústicamente una vivienda.
También hay otras soluciones que combinan dos materiales, incrementando así el aislamiento de las ondas sonoras transmitidas por vía sólida hacia el exterior, y actuando al mismo tiempo de barrera frente al ruido hacia el interior. En este grupo podemos incluir el PKB2, los aglomerados o el texfon.
Los sistemas de poliuretano son una buena solución para aislar suelos acústicamente, ya que cumplen con los niveles exigidos en el Documento Básico de Protección frente al ruido, en los cuales se restringen considerablemente los decibelios permitidos.
Si hablamos concretamente de su uso en viviendas, sus características hacen que se pueda utilizar en cualquier elemento de un hogar: muros, paredes, saneamientos y ventanas.
Gracias a su alta capacidad de sellado, la aplicación de sistemas de poliuretano (ya sea en planchas, inyectado o proyectado) consigue una gran efectividad en la absorción de ruidos e insonorización de la vivienda. Además, proporciona muy buenos resultados en el aislamiento frente al ruido aéreo, por lo que es empleado no solo en viviendas, sino también en lugares con mayores niveles de decibelios como discotecas, cafeterías o fábricas.