En España, la espuma de poliuretano proyectado es un producto muy conocido. ¿Quién no ha visto aislamiento de poliuretano alguna vez? Desde los años 80 hasta nuestros días se han aplicado decenas de millones de metros cuadrados de espuma de poliuretano “in situ” en los edificios. Es el llamado “aislamiento proyectado” o simplemente “el proyectado”. Pero, ¿Cuáles han sido las principales razones del uso tan extendido de la espuma de poliuretano proyectado?
Sin duda, entre las primeras razones está el alto rendimiento del producto. Un aplicador puede llegar a aplicar 100 m2 en una hora de trabajo, en función de su experiencia y las heterogeneidades del paramento sobre el que aplica. No necesita replanteo, ni cortes, ni juntas, ni fijaciones, ni adhesivos, ni encintados, etc.
La tecnología de la puesta en obra del poliuretano proyectado
La versatilidad que aporta la tecnología de la proyección permite el aislamiento de todo tipo de superficies de forma sencilla. La corrección de los puentes térmicos es algo sencillo de ejecutar con la espuma de poliuretano aplicada “in situ”.
Las altas prestaciones del aislamiento de poliuretano
El alto rendimiento y tecnología en la puesta en obra se complementan con las altas prestaciones del producto: máximo aislamiento con el mínimo espesor, impermeable al agua, un efecto sellado que hace de barrera contra infiltraciones de aire y el control de humedad.
Estas prestaciones han permitido, durante muchos años, que la espuma de poliuretano proyectado haya contribuido a dotar a los edificios de nuestro país de confort térmico y protección.
La necesidad de eficiencia energética de los edificios se suma al confort y la protección del ambiente exterior. La reducción de las pérdidas energéticas en los edificios se convierte en el primer objetivo de los reguladores.
No se trata sólo de aislar más, sino de utilizar soluciones eficientes, que ofrezcan las prestaciones necesarias a los paramentos que forman la envolvente.
La corrección de los puentes térmicos y la reducción de infiltraciones de aire se convierten en objetivos prioritarios de la regulación. De poco sirve poner un elevado espesor de material aislante en las paredes, si los puentes térmicos están sin aislar o bien entra aire por la fachada o por los encuentros con los huecos.
Las facilidades y buenas prestaciones del poliuretano proyectado, junto con su adaptabilidad a las exigencias de los edificios de energía casi nula, han sido las razones que lo han puesto de moda en los países con mayor exigencia de eficiencia energética de edificios. Los edificios de alta eficiencia energética necesitan un tratamiento de puentes térmicos adecuado y una barrera contra infiltraciones de aire que se consigue con la aplicación de la tecnología de la espuma de poliuretano proyectado, ya que lleva inherentes estas prestaciones.