Las cubiertas planas, como su nombre indica, son aquellas que están compuestas por uno o varios faldones con una inclinación menor al 5%. Esta planicie facilita que puedan ser transitables por personas.
El aislamiento higrotérmico de las cubiertas planas es fundamental para garantizar el confort del interior, ya que, al tratarse de una superficie prácticamente plana, hay que recoger el agua para conducirla hacia los sumideros.
Además, se estima que las pérdidas energéticas de un edificio por la cubierta pueden suponer hasta un 30% del total. Es por ello que el aislamiento juega un papel tan importante.
Tipología de cubiertas planas
Según su ventilación:
- Fría: cámara de aire entre la estructura y el revestimiento exterior.
- Caliente: el revestimiento y el aislante descansan directamente sobre la estructura.
- Ventilada: constituida por dos hojas separadas por una cámara de aire ventilada. La parte superior protege el resto de la cubierta de los agentes atmosféricos y la inferior proporciona aislamiento térmico.
Según la disposición del aislante:
Según su acabado:
- Transitable: los sistemas de aislamiento e impermeabilización permiten el tránsito de personas.
- No transitable: únicamente puede transitarse de forma ocasional para solucionar alguna incidencia en la cubierta.
- Ajardinada: la cubierta soporta una capa de sustrato con vegetación, a modo de jardín.
- Inundada: es una variante de la cubierta ajardinada pero, a diferencia de la anterior, está permanentemente inundada con varios centímetros de agua.
Recomendaciones para aislar correctamente una cubierta plana
Sea cual sea el tipo de cubierta, el Código Técnico de Edificación (CTE) exige que el grado de impermeabilidad sea único e independiente de factores climáticos. En el caso de las cubiertas planas, se establecen unos requisitos mínimos de aislamiento que deben cumplir para garantizar su correcto aislamiento:
- Se deben estudiar las necesidades del edificio, el material de aislamiento que más conviene y el espesor necesario. Es necesario que cumpla con los espesores mínimos establecidos en el CTE.
- Es obligatorio tener en cuenta si el aislamiento va a estar en contacto con la impermeabilización, ya que deben ser materiales compatibles químicamente.
- En caso de no serlo, se debe disponer de una capa separadora bajo el aislante térmico o bajo la capa de impermeabilización para evitar el contacto entre materiales químicamente incompatibles.
- Elegir el aislamiento adecuado si este va a quedar expuesto al contacto con agua.
- ¿Va a ser transitable? Esta característica determinará el espesor y los sistemas de aislamiento a utilizar.
- Conviene comprobar el estado de la impermeabilización, ya que de existir algún daño deberá repararse.
- ¿Es posible la aparición de condensaciones entre el material de impermeabilización y el soporte de la cubierta?
- Merecen especial atención los puntos singulares de la cubierta: juntas de dilatación, encuentros con paramentos verticales, sumideros, anclajes, etc.
- Cuando se prevea que pueden producirse condensaciones, se debe colocar una barrera contra el vapor inmediatamente por debajo del aislante térmico.