El aislamiento acústico de los suelos es imprescindible para la comodidad de los usuarios. Este es un punto por el que se transmiten ruidos molestos entre vecinos. Además, el aislamiento térmico de los suelos mejora en gran medida la eficiencia energética de las edificaciones y el confort en su interior. A través de ellos se puede perder hasta el 20% de la energía, a pesar de lo cual aún se suele prestar más atención a fachadas y cubiertas.
Los sistemas de aislamiento de suelos pueden ser bien a través de la proyección del material aislante o colocando el material sobre o bajo ellos. Con su instalación se reducen las pérdidas energéticas sobre todo en los suelos en contacto directo con el terreno, en el forjado sanitario (ya sea de madera o de hormigón), en sótanos y en soportales. Por otro lado, se previene la aparición de condensaciones.
Además, para conseguir edificios confortables es imprescindible el aislamiento acústico de los suelos, puesto que a través de ellos se pueden transmitir tanto sonidos aéreos (voces, música, etc.) como de impacto (movimiento de muebles, pisadas, caída de objetos, etc.). La solución más efectiva es aplicar un sistema de aislamiento acústico en el forjado. Asimismo, la inyección del aislante en aquellos suelos con cámara de aire es otra manera de solucionar el problema de ruidos.
Hay múltiples materiales aislantes que mejoran el comportamiento térmico y acústico de los suelos. La lana de roca es una opción para amortiguar los sonidos, aportando también aislamiento térmico. En suelo flotante, sobre o bajo forjado, inyectado o en forma de panel, es un sistema muy empleado.
El poliestireno extruido (XPS) y el poliestireno expandido (EPS) tienen una alta capacidad aislante, con el inconveniente de que no transpiran. Por su parte, los materiales naturales como la lana mineral son una alternativa con una muy baja conductividad térmica, transpirabilidad y protección frente al fuego, aunque pueden desprender fibras.
La celulosa también es un aislante eficaz, si bien presenta menos rigidez que otros materiales, además de peor comportamiento frente al fuego. Por otro lado, es necesario que ventile correctamente, porque absorbe humedad.
Por su parte, el aislamiento de suelos con poliuretano es eficaz termoacústicamente, no reduce espacio habitable, su instalación es rápida y sencilla y tiene una gran durabilidad. Uno de los sistemas más empleados es el poliuretano proyectado in situ, con el que se consigue un aislamiento continuo, sin juntas, lo que previene los puentes térmicos y acústicos. Su instalación es rápida y sencilla, contando con el equipo y los profesionales necesarios.
Otros materiales utilizados para aislar suelos son la fibra de vidrio, las espumas fenólicas o el vidrio celular.
En el Documento Básico de Protección frente al ruido se contemplan los niveles de ruido que deben cumplir las edificaciones. La realidad es que los ruidos más molestos no son los que provienen del exterior. Por ello el aislamiento acústico del suelo y de la medianería es fundamental. El aislamiento de suelos con poliuretano proyectado se presenta así como una alternativa eficaz, duradera y sostenible para proteger acústicamente los interiores de las edificaciones.