La pintura de tráfico se emplea para la señalización viaria en carreteras, pero también en vados, aparcamientos y naves industriales. Está pensada para adherirse a asfalto, hormigón y cemento y, resistir condiciones atmosféricas y desgaste muy exigentes.
Las resinas acrílicas que se usan para producir pinturas de señalización vial o pinturas de tráfico ofrecen una alta resistencia a la abrasión y a la intemperie, gran durabilidad, dureza y elasticidad. También destacan por su rápida liberación de solventes, lo que redunda en tiempos de secado cortos.
Se pueden emplear dos tipos de resinas según las prestaciones que deseemos obtener y el tipo de maquinaria que se emplee. Así, se pueden usar resinas acrílicas termoplásticas, aplicables por spray y secado al aire. O bien, resinas reciclables con peróxido, basadas en polímeros de condensación diluidos en monómeros acrílicos. Estas últimas conocidas como cold plastics, son las más representativas. Estas resinas pueden contener además un acelerante especial, en uno de los dos componentes que se usan cuando se aplican en sistemas 2K.
Para elegir el producto más adecuado es necesario definir la zona de trabajo, el tiempo de ejecución, la temperatura ambiental, el tipo de pavimento y su temperatura, el tiempo que va a permanecer cerrado ese tramo después de la obra, el tipo de vía y el ancho de la calzada, etc.
Así, para la señalización de tráfico podemos emplear pinturas acrílicas tipo cold plastics de varios tipos: con base poliéster insaturado o con base polímero de metilmetacrilato, ambas con la adecuada dilución con diferentes monómeros acrílicos. También se puede modificar la flexibilidad de la pintura modificando el poliéster insaturado.
En algunos casos también pueden usarse las acrílicas termoplásticas en base solvente (secado rápido , muy versátil y duradera) o en base acuosa (para climas fríos).
Ofrecen una alta adherencia sobre asfalto, hormigón o cemento. Otra de las grandes ventajas de las resinas acrílicas para pinturas de señalización viaria es que soporta muy bien la intemperie, incluidas las temperaturas extremas y la acción de la luz solar, así como el paso frecuente de vehículos y el derrame de gasolina y otros productos similares.
También son resistentes a roces y golpes, por lo que resultan imprescindibles en aparcamientos, vados y zonas de mucha circulación. En resumen, tienen una gran durabilidad, y su secado es muy rápido al margen de la temperatura exterior —puede ser algo más lento cuando hace frío—. Esto supone que se puede retomar la circulación a las pocas horas de haberse pintado la superficie.
Cuando el suelo está en buenas condiciones o es nuevo basta con una limpieza como fase previa al pintado. Esto supone eliminar polvo, piedras o manchas de grasa o gasolina. Una vez el suelo esté limpio y seco se procederá a aplicar la pintura.
Si el suelo está muy sucio o deteriorado, o tiene restos de pinturas anteriores, es conveniente lijar y rascar para eliminar cuanta más suciedad mejor, así como dejar la superficie lo más lisa posible. Después del fregado y secado, es el momento de la aplicación, ya sea con pistola, brocha o rodillo.
La aplicación se realiza mediante máquinas automáticas de spray o manualmente.
En el caso de aplicación manual (brocha, pistola o rodillo, es buena idea marcar con cinta de pintor las líneas y bordes para pintar recto. Hecha la mezcla (con agua o con disolvente), se aplicará una primera capa de la pintura de señalización. Una vez seca, se aplica la segunda, pero esta vez de pintura sin diluir.
Las pinturas de señalización viaria deben cumplir los requisitos recogidos en la Declaración de Prestaciones en la forma y contenido previstos en el Reglamento (UE) 305/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo de 9 de marzo de 2011.
Las especialidades Synthacril para señalización viaria son soluciones pensadas para la producción de pinturas de tráfico que cumplen con todas las exigencias.