Los puentes térmicos reducen la resistencia térmica de los elementos constructivos que forman la envolvente del edificio. Además de pérdidas energéticas, un puente térmico implica riesgo de condensaciones y presencia de moho en invierno.
Un correcto diseño de la envolvente y una correcta ejecución en obra sirven para limitar el efecto negativo que suponen los puentes térmicos, contribuyendo a la eficiencia energética y la salubridad del edificio.
En los edificios de alta eficiencia energética, los puentes térmicos tienen una importancia superior, ya que al haber reducido al mínimo la transmitancia térmica de los elementos de la envolvente (tanto la parte opaca como los huecos), la mayor parte de esta transmisión térmica, esta vez en forma de pérdidas, se producirá a través de los puentes térmicos y las infiltraciones de aire.
Cada diseño de edificio tiene sus puentes térmicos. En general, consideramos los puentes térmicos en las zonas de la envolvente en las que varía la uniformidad del edificio, bien debido a un cambio del espesor del cerramiento, de los materiales utilizados, etc. Estas heterogeneidades llevan a una reducción de la resistencia térmica de los cerramientos. Además, los puentes térmicos son partes sensibles de los edificios donde aumenta la posibilidad de producción de condensaciones superficiales, en la situación de invierno o épocas frías.
Caso de aislamiento con poliuretano proyectado. Solucionar los puentes térmicos integrados en fachada, como pilares, es rápido y sencillo: basta con extender la proyección alrededor del elemento, independientemente de su forma.
Caso de aislamiento con poliuretano proyectado. Encuentros con chimeneas y claraboyas. Estas singularidades deben ejecutarse con proyecciones específicas sobre la línea de encuentro del plano vertical y horizontal antes de pasar la proyección general en toda la cubierta.
Caso del poliuretano proyectado. Cuando sea posible, se deberá extender la proyección de poliuretano unos 30 cm tanto sobre el forjado superior como sobre el inferior, para corregir el puente térmico que suponen los frentes de forjado.
En la proyección por el exterior los frentes de forjado siempre deben quedar aislados.
Caso de poliuretano proyectado. En cubiertas con petos se realizará primero la proyección sobre la línea de encuentro. La proyección de espuma se prolongará por el peto haciendo una disminución del grosor paulatina. En caso de acabado de elastómero, éste se prolongará a ser posible hasta la albardilla, o en su defecto al menos hasta una altura 10 cm superior a la de la espuma.