El uso de persianas es imprescindible para mejorar la eficiencia energética de las edificaciones. Además, son elementos constructivos que mejoran en gran medida el confort interior. Así, las persianas rellenas de espuma de poliuretano suponen una barrera térmica muy eficaz, reduciendo el uso de calefacción en invierno pero también de aire acondicionado en verano, al evitar que la radiación solar directa caliente la casa. También funcionan como aislante acústico.
El aluminio y el PVC son los materiales más comunes para las lamas de las persianas, que pueden tener grosores diferentes. Sin duda, el más adecuado para el aislamiento térmico y acústico es el aluminio relleno de espuma de poliuretano. Las persianas de este material son mucho más duraderas que las hechas con PVC, muy extendidas por su precio, aunque de menor durabilidad. Apenas se usa ya la madera, porque necesita un exigente mantenimiento.
Invertir en persianas rellenas de espuma de poliuretano es una elección inteligente. En pocos meses veremos el ahorro en la factura de la luz, al aislar con eficacia tanto en los meses de frío como en los de más calor. Impiden que entre la temperatura del exterior o que salga la del interior.
Además de la evidente ventaja del ahorro económico y de la eficiencia energética, las persianas con relleno de poliuretano nos aislarán de los ruidos de la calle, favoreciendo el sueño, el estudio o el trabajo en casa.
En el proceso de fabricación de la persiana, antes del plegado de la lámina sobre sí misma, se inyecta espuma de poliuretano para que rellene, expandiéndose, toda la forma final de la persiana. Con el mínimo espesor de aislante se consigue el mejor aislamiento térmico, por lo que se optimiza el espacio y se pueden emplear cajones reducidos. El proceso de fabricación dependerá de la longitud de las líneas de fabricación y su velocidad, el espesor del aluminio, el tipo de lacado y secado, etc.
Las persianas tienen un aspecto convencional, porque la espuma va inyectada en el interior de las lamas. Además, no supone un peso extra, puesto que el poliuretano es un material muy ligero.
Asimismo, la persiana rellena de espuma de poliuretano resulta un elemento resistente, que no se parte ni se pica con facilidad. Se hace a medida y en función del tipo de ventana, su forma y necesidades. La instalación es sencilla y se pueden encontrar con múltiples diseños.
Para aislar nuestro hogar del ruido del exterior es fundamental tener en cuenta la caja de la persiana. El efecto sellado del poliuretano lo convierte en la herramienta más eficaz para evitar la aparición de puentes acústicos en el cajón de la persiana.
Para ello se aplica un panel multicapa, que reduce los ruidos en el interior. Su instalación es sencilla, adaptándose a las necesidades mecánicas y estéticas y aportando así al confort térmico y acústico y a la eficiencia energética.