La espuma de poliuretano de alta densidad es una alternativa asequible para colchones confortables y con una larga vida útil. Es un material flexible, suave y versátil, que puede emplearse tanto para el relleno de cojines y asientos como para ropa de cama. Se adapta a la forma del cuerpo, por lo que facilita el descanso. Un ejemplo de poliuretano utilizado en colchones es la popular espuma viscoelástica.
Los colchones más vendidos y económicos son los de muelles pero también son los que más se deforman y exigen un cambio más frecuente. Además, para las camas de matrimonio no son la opción más cómoda porque transmiten mucho el movimiento y, llegado cierto punto de uso, pueden hacer ruido.
Por su parte, el látex resulta un material caro, y no es el mejor aliviando la presión del cuerpo sobre la superficie del colchón. Si bien separa los movimientos de una zona y otra, no lo hace tan bien como la viscoelástica, que es una espuma de poliuretano viscosa y elástica muy empleada para colchones.
Sin duda, la gran propiedad de la espuma de poliuretano para colchones es que se adapta al cuerpo, garantizando un buen apoyo del mismo y un máximo confort durante el sueño. Pero, además, recupera su forma original sin deformarse. A esto se suma la excelente relación calidad-precio, que es un material hipoalergénico, fácil de mantener (basta con girar de lado el colchón con frecuencia) y transportar. Por otro lado, es sintético y totalmente inocuo para la salud.
A la hora de adquirir un colchón hay que saber que no es recomendable que esté compuesto por espumas con una densidad inferior a 25 kg/m3, ya que no proporcionarán un soporte adecuado para el descanso.
Los colchones conforman un residuo de gran tamaño del que deben responsabilizarse o bien los propios fabricantes o bien los ayuntamientos a través de los puntos limpios. El reciclaje hasta ahora se hacía de forma mecánica, lo que daba lugar a un material de poco valor. Gracias a diversas investigaciones en este campo, existe la posibilidad de aplicar un reciclado químico mediante el que se logran los denominados polioles verdes.
La espuma de poliuretano es completamente reciclable y reutilizable. Se le puede dar una segunda vida en la fabricación marcos de ventanas, asientos de coches, muebles, cojines o nuevos colchones.
Las conocidas almohadas memory foam o con memoria de forma se fabrican sobre todo con poliuretano, al que se le pueden añadir otros materiales para aumentar su viscosidad. La espuma de poliuretano viscoelástica o la de baja resistencia es la más empleada. Al entrar en contacto con el calor corporal se adapta a su contorno, para recuperar su forma original cuando se enfría.
El poliuretano también está muy presente en la innovación textil aportando comodidad y salubridad en la ropa de cama. Las sábanas bajeras se convierten así en un producto transpirable e impermeable, que ahorra el uso de protector de colchón. Además, con la aplicación de óxido de zinc, se evita que proliferen bacterias y se reducen los malos olores.