La poliurea es una de las mejores soluciones de impermeabilización de piscinas. Este elastómero de alta resistencia es uno de los materiales más eficaces para espacios en los que el paso continuo de agua puede provocar filtraciones, como también ocurre en fuentes, parques acuáticos y terrazas. Es muy empleado en obra nueva pero también en reparaciones, que se realizan con mucha rapidez y casi sin obra.
La aplicación de poliurea para piscinas ofrece una total estanqueidad y una excelente adherencia al soporte (ETA 16/0153 EOTA TR-4, Apto (>50kPa), aunque tenga irregularidades. Precisamente, esta facilidad de adaptación a cualquier material es uno de sus puntos fuertes. La razón es que, tanto piscinas como fuentes, pueden presentar infinidad de formas y de acabados distintos, además de encontrarse sobre superficies muy diversas. Hay que añadir que la poliurea también es resistente a los rayos UV.
Tanto en obra nueva como en rehabilitación, estos son los pasos básicos para la impermeabilización con poliurea para piscinas y fuentes:
Si se aplica en frío no hará falta un equipo especial, puesto que el material se extiende con un rodillo. Para aplicar en paredes verticales es más práctica la proyección en caliente, que además se seca más rápido, y solo exige equipos de alta presión.
Una de las grandes razones para elegir impermeabilizar con poliurea es que se puede aplicar casi sobre cualquier superficie y material, sin juntas ni solapes. Además, es de secado rápido, por lo que el trabajo se soluciona en pocas horas.
A la resistencia mecánica y química, la elasticidad y la estabilidad térmica hay que sumar que la poliurea tiene una vida útil larga, que puede alcanzar los 25 años (Sistema (W3) ETA 16/0153). Por otro lado, con una correcta aplicación se consigue estanqueidad.
Por lo tanto, la poliurea para piscinas es una elección muy recomendable tanto para solucionar filtraciones como para obra nueva, todo sin perder de vista la sostenibilidad.